SU VIDA

ARBOL GENEALÓGICO :Trabajo relizado por D.Vicente Fernández Posada

PANCHO GALÁN, El Gaiteru de Llonín
. José Francisco Galán Trespalacios, nació en Llonín (Peñamellera Alta) el día 4 de Mayo del año 1.917, siendo gemelo con una hermana llamada Elena. Fallece en Oviedo el día 28 de Abril del año 2000, después de sufrir una grave enfermedad que acabó con su vida al año de serle diagnosticada.
. Hijo de Francisco Galán Noriega natural de La Borbolla y de Teófila Trespalacios Diaz natural de Llonín; de este matrimonio nacen un total de diez hijos: Elena, José Luis, Juan, Clementina, Pancho, María, Joaquín, Secundino, Lucas y Angelina.Todos nacieron en Llonín en el lugar llamado “El Coteru”
. En el año 1.944 se casa con María Caso Pintueles y del matrimonio nacerían dos hijos: Francisco y Amador
La familia
. La familia de Pancho era, como la mayoría del pueblo, humilde, trabajadora, con escasos recursos económicos y ellos derivados de los pocos ingresos que proporcionaban la ganadería y la precaria agricultura, así como otros del trabajo realizado por el padre en la actividad de la madera como carpintero, trabajando no solo en Peñamellera Alta y Baja, u otros lugares de Asturias, sino también desplazándose fuera en compañía de un hermano de la Borbolla, Juan, que era cantero y realizaron, entre otras muchas obras, la traída de aguas de Unquera en Cantabria; en Valladolid y su provincia, en concreto Medina del Campo, para la construcción del Ferrocarril y mas…
Los primeros años de su vida
. Desde muy niño, Pancho comienza a trabajar en todo cuanto lo requieren en su casa e igualmente ayuda a otras familias, lo cual era habitual en aquella época, pero es importante destacar la predisposición de Pancho en colaborar con cuantos lo necesitaban, demostrando una habilidad especial en la doma de caballos, caminando por cualquier lugar de la Sierra del Cuera, por mucho precipicio que hubiese: “…un mal momento lo pasé cuando me perdí con la niebla, caía de repente y no daba tiempo a orientarse para escapar; estuve desde la tarde hasta el amanecer en una ocasión, era el mes de mayo no había donde meterse y hacía mucho frío…algo parecido me ocurrió en más ocasiones” ; otra vez…”al entrar en un sitio difícil en la peña (el vurdiu) no podía seguir ni retroceder, era muy peligroso, y esperé desde las tres de la tarde hasta que llegara la noche para no ver el precipicio…”a estos lugares les denominaba él “huertos peligrosos, que a veces se quedaban sin poder salir hasta las cabras...” “…yo tenía mucha habilidad y ningún miedo al monte, me gustaba mucho…lo recorría, andando o a caballo...”
. Con doce o catorce años comienza a trabajar con su padre en la dura actividad de serrar maderas, lo cual requería un gran esfuerzo y sobre todo teniendo en cuenta que …”se pasaba bastante hambre…”; con estas maderas transformadas en tablas su padre realizaba, después de un largo proceso totalmente artesanal, distintos trabajos que estaban poco retribuidos e incluso algunos se realizaban de forma gratuita; un ejemplo eran los féretros cuando alguien fallecía: “…no cobrábamos nada por ello y decía que bastante desgracia habían tenido en esa familia por perder a uno de los suyos...” no obstante, en alguna ocasión les daban la madera para compensar lo que habían gastado en materiales; hacían carros del país, puertas de castaño, arados aprovechando la forma del árbol para labrar la tierra y otros…Otra actividad que practicó Pancho fue la de hacer el carbón y la cal, lo cual suponía mucho trabajo y esfuerzo: se hacía un fuego grande con leña de encina o roble, colocando la piedra en él y tapando, manteniéndolo activo hasta conseguir el carbón o la cal pero con un seguimiento para que el fuego fuese lo justo, ni mucho ni poco; los lugares donde se preparaba se llamaban joyas o caleros, procurando así unos ingresos para aliviar la maltrecha economía familiar; “…después me tocaba cargarlo en sacos para ir a venderlo, era duro no creas, lo mismo el carbón vegetal que la cal…había que llevarlo a cuestas a donde fuese necesario…”A Pancho lo mandaban, también, ir a llevar el maíz para moler a Mier o Niserias, donde funcionaban antiguos molinos movidos por el agua para convertirlo en harina; …”no me dejaban subir al caballo porque iba cargado, pero nunca iba andando…cuando ya no me veían, ya sabes…”…en Llonín había también molinos de este tipo pero se fueron abandonando, fue una pena…el último estaba en Rubena…”Hay que dejar constancia de lo que él repetía siempre: …”fui poco a la escuela…había que arrimar el hombro, para poder comer…ayudando, porque éramos muchos…” En aquella época la mayoría se desplazaban de un lugar a otro caminando, debido a la escasez de medios; el desplazarse desde Llonín a La Borbolla u otros lugares era lo habitual y a él casi siempre le tocaba ir. Pancho tenía actitudes para domar caballos, era un buen jinete y se procuraba uno, de casa o no, domado o silvestre, para hacer los recorridos aunque en casa no le dejaban debido a los pocos años y al riesgo: …”cogía a lazo cualquier caballo, normalmente elegía el más fuerte y rápido porque los conocía bien, aunque si no era de casa me decían algo, pero me llamaban cuando necesitaban coger alguno o domarlo, mi padre tenía muchos caballos y cayó una nevada tan grande y prolongada que murieron varios a pesar de que subió mucha gente del pueblo para intentar salvarlos, eran inviernos muy fríos y de grandes nevadas…nos llegaba la nieve más arriba de la cintura… fué impresionante como respondió todo el mundo…”Le gustaban mucho los trabajos manuales y pronto comenzó a hacerse sus “flautas” de maderas de nogal, sauce u otros; sacaba la corteza y les hacía agujeros para ponerlas a sonar a modo de gaita; del mismo modo, le gustaba tocar el tambor, utilizando para entrenar cualquier lata, lechera metálica o superficie, por ser lo más parecido al tambor y así seguiría toda la vida…tocaba con los dedos encima de la mesa siempre a la hora de comer, amenizando la comida, cantaba muy bien cualquier canción y hacía versiones con letra propia…
. Bien se puede decir que la niñez de Pancho no estuvo exente de dificultades pero aseguraba haberlo pasado muy bien , debido a la buena relación existente con todos los vecinos; la convivencia era cordial y afectuosa, intensa, divirtiéndose mucho porque en las familias había varios hijos y con pocos medios, disfrutando incluso mientas trabajaban; un ejemplo:…”a veces éramos 20 ó 30 jóvenes para cuchar (abonar los prados) y nos poníamos en cadena trasladando los cestos desde la cuadra al prado del Arcu que era del tiu Victor… lo pasábamos bien…”
. Del mismo modo se ayudaban unos a otros en la siembra de las patatas, el maíz, la hierba o cualquier otra actividad… Otro momento bueno era la celebración de la romería y a pesar de ser el 20 de enero, San Sebastián, la fiesta del pueblo propiciaba el encuentro alegre, haciendo felices a todos, en particular a los más jóvenes que bailaban al son de la gaita y el tambor: “se bailaba tocando con una lata cualquiera, cantábamos asturianadas, y otras…aunque el día de la romería tocaba un gaitero. Cesar o Llanín de la Borbolla, llegaban caminando por El Cuera, venían ellos casi siempre. Eramos incansables bailando y divirtiéndonos. Los mayores también lo pasaban bien y había mucha alegría…”
. Los juegos de niños eran sencillos, pero permitían la diversión y la ausencia de aburrimiento, destacando los siguientes:”el calvu”; “el pitís”; “el hoyu” ; “el castillu”, “la peonza…” “el aeroplano” o los bolos; eran entretenidos y sin costo alguno de material.
. Debido a la buena relación que mantenían los jóvenes, acostumbraban a “actuar” en grupos, tanto para trabajar como para llevar a cabo alguna “trastada” de las suyas: “… en una ocasión fuimos a peras y yo estaba subido al árbol, momento en que llegó el propietario y comenzó a insistirme que bajara para ajustarme las cuentas y ante la negativa mía (los otros estaban escondidos, muertos de risa) me aseguró que iba a por una sierra para tirar el árbol, momento en el que bajé con los pantalones llenos de peras y lo celebramos todos juntos…Claro está que si se enteraban en casa: el castigo estaba asegurado…”
La gaita y la guerra civil
. La afición de Pancho por la gaita sigue acentuándose cada día más, siendo una de sus mayores ilusiónes aprender a tocarla y tener una propia, pero en casa no hay posibilidades económicas para comprarla. En alguna ocasión tuvo la oportunidad de emigrar a América, como hicieron otros jóvenes, y su hermano José Luis, pero no quiso nunca abandonar su Llonín natal. Sin llegar a cumplir los 20 años de edad, es llamado a incorporarse a la Guerra Civil Española, cuando corría el año 1.937, teniendo que pasar varios días en una alcantarilla en Cangas de Onís con un compañero; aquí comienza a sufrir la dureza con la que castigan las absurdas y temidas guerras; es detenido, trasladado de un lado a otro y participa en alguna de las batallas más duras de la contienda: La batalla del Ebro,o El Jarama, eran dos de las que reiteradamente se acordaba, para contar sus historias que nunca consiguió borrar: …”me escondía detrás de los muertos para librarme de las balas enemigas…” “en una de las batallas del Ebro éramos como 490, la tarde en que comenzó uno de los más duros combates que recuerdo y en la tarde siguiente quedábamos 52…; nos dieron un descanso… ver como caían los compañeros que estaban a tú lado hacía dudar si uno seguía vivo…; tuve muy buenos compañeros hablaba de algunos en concreto...” “…en una ocasión pidieron conductores para llevar unos camiones muy grandes y fui voluntario, sin saber prácticamente nada, haciéndome la prueba a los pocos días con el resultado de un arresto porque casi atropellé a un sargento...”En varias ocasiones decía e insistía:“fue lo peor y más duro que me ha ocurrido en la vida, nunca lo podré entender… para continuar: hacer todo lo posible para que haya armonía entre los humanos, no escatiméis esfuerzos para llevaros bien con todos, que haya paz y amor…todos hemos de ser amigos, aún pensando diferente...” lo repetía con mucha frecuencia.
La Posguerra
. Finalizada la Guerra, Pancho retorna a Llonín para continuar con las actividades de la ganadería, la precaria agricultura y su afición por la música va cada día a mas, pidiendo a su padre, de forma machacona, que le comprara una gaita, pero tuvo poca suerte…
. Recordaba con frecuencia la época de la posguerra y las veces que subía al Cuera o pasaba con facilidad a La Borbolla, mención especial hacía a los distintos lugares del Cuera: Ciriandi, El Robellau, Traslahuerta, Cerezal, Cantu Redondu, El Burdiu, La Lucia, u otros donde pasaban parte de sus vidas la mayoría de las gentes de Llonín con el ganado: El Cabañón, Los Eraos, La Hayuela, El Hoyu la Canal, Lleraña, Monesteriu, Tomaje, El Arcu, El Toju de Arnés, La Casuca Merodio; en todas ellas había posesiones, cuadras y/o cabañas donde hacían la vida, transformaban la leche que producían en queso y mantequilla para venderla, no solo en la zona sino que iban incluso a Llanes caminando por el monte (ida y vuelta); decía muchas veces cuando observaba la situación de abandono y ruina de estos lugares: …”que pena me da ver todo como está… si supieras lo que trabajaron cerrando las fincas con muros de piedra y las casas… nunca deberíamos dejarlo caer y encima no llega el camino de la parcelaria a todos los invernales para poder subir a verlo y recordar aquellos tiempos; no hay lugar más bonito en el mundo...”
Nueva vida con María
. En el año 1.944, Pancho contrae matrimonio con María Caso Pintueles y tendrían dos hijos, Francisco y Amador. Resulta una etapa difícil, porque a las secuelas de la guerra civil hay que añadir el inicio de esa nueva vida en compañía de su inseparable María, conocida cariñosamente por Mariquina, hasta que falleció en el año 1.992. Pronto consigue su primera gaita porque Mariquina, mujer muy trabajadora y buena ahorradora, al ser conocedora de la afición de Pancho no duda ni un momento en darle el capricho; la gaita era de las mejores que había en aquel entonces fabricada por un famoso artesano de Las Regueras, Cogollu. El fuelle lo sacaba Pancho del animal y lo preparaba adecuadamente cuidando su posterior conservación y manteniéndolo siempre en perfecto estado. Mariquina hacía el vestido de la gaita con un esmero extraordinario, de coloridos, telas y adornos, encargados a “La más Barata”, de Oviedo, que añadido a la calidad del instrumento en madera de boj y fuelle natural de cabrito, el conjunto era de una belleza especial. Mariquina cantaba canciones antiguas, e igualmente algunas personas mayores del pueblo y le servían de orientación a él para posteriormente interpretarlas y darles esa entonación antigua, verdadera, que ella se encargaba de corregir. Pancho tocaba y tocaba aprovechando cualquier hueco en las faenas del campo para hacer sonar la gaita: ”…la llevaba conmigo a todas las partes y cuando recordaba canciones la cogía, tan pronto como era posible, para intentar tocarlas…sonaba muy fuerte y se escuchaba de lejos… a veces tenía que apoyar la espalda porque me dolía de tanto soplar para llenar de aire el fuelle...” Mariquina me decía, reiteradas veces, como sonaba la gaita y como entonaba las canciones…” “ella sabía muchas, sobre todo de iglesia, era muy religiosa, y le gustaba cantarlas, tocándolas yo con la gaita…”Alguna de esas canciones: La Panderetera, La Parrala, El Trepeletré, La Zarzamora, Pena Penita Pena, La Niña está en el Monte, Deja que ruede la Bola. También algunas de iglesia: Viva Viva Jesús mi amor, Veante mis ojos , Alabado sea el Santísimo etc. Tuvo la oportunidad de aprender canciones en la época de un párroco llamado D.Crisanto Fanjul. …”Venían a cantar la misa y aprendí muchas canciones. Recuerdo a Elias Canal de Alles y más tarde venía David de la misma familia Canal” “Fue una época muy buena para aprender a tocar las canciones religiosas…”
. Para conseguir el racionamiento se ve obligado a desplazarse a San Vicente de la Barquera y traer azúcar, aceite, harina y otros, completando la despensa con los productos cosechados por ellos. Compra una bicicleta marca orbea que, según él comentaba, pesaba 14 kilos realizando en ella el viaje de ida y vuelta. En alguna ocasión transportaba gente que no tenía medio de desplazamiento y contaba: …”me paraban los guardias para decirme que no podía llevar a nadie atrás ” …”otra vez me pararon para ver lo que llevaba y se lo enseñé; me preguntaron: ¿qué lleva debajo de la chaqueta? y les dije que la bomba, ¿¡ la bomba !?; sí, de la bicicleta para hinchar las ruedas… que una vez mostrada, continué el viaje…”
. Las actividades que realiza en compañía de Mariquina se llevan a cabo en el Riu Aliso y El Collau Lleraña donde ellos tenían fincas y cuadras; cosechan maíz, patatas, zanahorias, cebollas, alubias y otros; tienen vacas, cabras, ovejas, conejos, patos, gallinas y hacen quesos y mantequilla. Pancho era muy amante de la naturaleza, de los animales: “… crié dos ardillas amamantadas por una gata y hacían vida normal con nosotros… había muchas truchas en el rio… miel salvaje, yo cosechaba miel de los troncos de los robles o castaños, oculto entre dos piedras en el suelo con hueco en su interior etc.; es muy guapu todo lo relacionado con las abejas; tenía colmenas y todo era natural, …digno de admiración y especial respeto…”El Riu Aliso se lo vendió a Manuel Colinas y se instaló allí una Cooperativa de sidra que recibe su nombre.
. En casa de Pancho y Mariquina era normal dar de comer a los más necesitados: José Ramón el de Cáraves, Tino el Rata, los gitanos, sobre todo, cuando caían grandes heladas y nevadas, u otras personas que no tenían ni para comer; se repartía lo que hubiera; se quedaban a dormir algunos gallegos que venían, cajón a cuestas o a caballo; bien se podría decir que la solidaridad era la norma…Contaba lo siguiente: “ a veces, como no les cobrábamos nada, nos regalaban pastillas de jabón u otros pequeños detalles; José Ramón el de Cáraves traía algún canuto de hilo y los gitanos un cesto…”; “…en Aliso, cuando era la época, paraba muchas personas a comer higos, teníamos muchos y también queso freso que hacía Mariquina…éramos muy felices compartiendo lo poco que había en aquel tiempo…”
. “Hacíamos la matanza del “gochu”… Como la mayoría de los vecinos y a algunas del pueblo tenía que ir yo ese día; era un día de fiesta, tocaba la gaita, participando en el resto de las labores. Hacía utensilios de madera, que eran necesarios en la casa, bien en la cocina o para el trabajo en el campo…afilaba cuchillos, navajas, tijeras, para los vecinos y otros trabajos de carpintería…”
. Tenía Pancho algunas expresiones que hizo populares, recordándolas a día de hoy, muchos de los que le conocían: “las trébedes”…”la campana María”…”¿con quién cuentas”…? “que nunca muera la gaita…” “hay que llevase bien con todos, no cuesta dinero…” “no quiero saber nada de nada…”
De aprendíz a maestro
. El progreso tocando la gaita se iba haciendo realidad cada día y sin pasar mucho tiempo comienza a tocar en público, siendo muy normal escucharlo tocar a cualquier hora del día o por la noche, sin que nadie se lo pidiera, pero, cuando era así, estaba dispuesto siempre…” si me recordaba de una canción en la cama me levantaba para intentar tocarla, aprovechaba muy bien los momentos de inspiración; cuando venía alguien me gustaba tocar lo que me pidieran…”
. En pocos años, además de comenzar a tocar la gaita y ver hecha realidad su afición de siempre, consigue que sea una fuente de ingresos; llegan dos hijos y con ellos otras preocupaciones, siendo la fundamental la de estudiarlos, quería darles la oportunidad que él no había tenido: “… no quisiera que quedarais aquí…tenéis que aplicaros en la escuela y salir de aquí para estudiar….ya que yo no pude…”
. Dedica mucho tiempo al aprendizaje y perfeccionamiento para tocar la gaita, teniendo como maestros de referencia a Llanín y Cesar de La Borbolla, Manolo Rivas etc., aunque decía de este último, que no quería enseñarle e incluso tocaba regular si sabía que lo escuchaba; aprendió a tocar muy bien el tambor y acompañaba a algún gaitero antes de comenzar él a tocar la gaita. …” donde más aprendía a tocar era en La Borbolla, porque ponían mucho interés en que aprendiera e iba allí tantas veces como podía… eran muy buenos gaiteros…y mejores personas…”
. Tocaba prácticamente todas las canciones, aunque algunas eran difíciles, pero su forma de ser, autodidacta y muy constante, le permite superarse de forma rápida; sentía auténtica vocación, pasión por tocar la gaita, sin importar hora o lugar ni cual fuese su estado de ánimo, porque siempre estaba dispuesto a complacer a los demás; repetía con frecuencia:…”que nunca muera la gaita… las canciones más bonitas y antiguas son las de esta zona del Oriente, hay que mantenerlo, porque es nuestra cultura e igualmente otras costumbres de los antepasados…”Actuaba en romerías, en la Iglesia, en la bolera, bodas u otras celebraciones en todos los pueblos de Peñamellera Alta y Baja, Cabrales, en los límites de Cantabria y Asturias; comentaba que había mucha afición, “tienen pasión por todo lo de Asturias, por la gaita, cantan bien, es algo muy especial de todos ellos…” recordaba personas de distintas zonas y pueblos : Puente Nansa, Cosio, Garabandal, Polaciones, Lamasón, Peñarrubia, La Hermida, Bejes, Tresviso,Valle Cabuérniga, Herrerías, Pechón etc. etc. donde estuvo tocando varias veces y hablaba sobre “el milagro de Garabandal.”.. Venían mucho de todos los lugares a aprender a tocar la gaita y a ponerla a punto, “en todos tengo grandes amigos”. En alguna ocasión lo llevaron a Madrid para recibir con gaita y tambor a algún indiano procedente de América con destino a algún lugar de los ya citados; hablaba con frecuencia, de algunos de sus mejores amigos, Emilio de Carmona, Moisés de Cosio, Nando que reside en Barreda, Genio el de Camijanes, “canta que lo borda”; “…cada día me sorprende y me emociona más la época vivida en esa zona de Cantabria y lo bien que cantan y bailan; son muy entusiastas y nos reciben siempre con cariño… “
. De Pancho, hablan bien, es recordado con afecto y cariño, por su forma de ser, por la ilusión que tiene de transmitir a todos lo típico asturiano, lo cual se sigue manteniendo y va en aumento, en particular en toda esa zona mencionada y también en el resto…
. Pancho construye sus propias payuelas y payones para el sonar del puntero y el roncón, respectivamente, o la zapata que para el aire en el soplete e igualmente los fuelles de cabritu, sacados por él del animal en una sola pieza y los curtía; traía de Pola de Siero un líquido con el que los impregnaba. Se desplazó en alguna ocasión hasta Castellón para conseguir la cañavera idónea:…”son muy delicados estos instrumentos, les afecta la humedad o el calor y les cambia el sonido, por eso es importante hacerlos de buen material, el que hay por aquí no vale…”
. De manera incansable lleva la música de la gaita y el tambor por distintos lugares de Asturias y de la geografía española, Madrid, Barcelona, León, Galicia, Zaragoza, Andalucía etc., son algunos de los mencionados por él, cuando cuenta sus experiencias: …” en Sevilla toqué penita pena (de Lola Flores), los Campanilleros y en cada región tocaba alguna de aquella tierra…; no me gustaba cuando nos decían que éramos gallegos y era preciso aclararlo…seguramente Galicia promociona mas sus costumbres y folklore que Asturias…” Pancho traspasa las fronteras y va a Francia con el grupo El Corri-Corri de Cabrales, donde coincide con José Angel Hevia y le decía: “…que nunca muera la gaita, ni sea desplazada por nada… hay que potenciar lo nuestro y aunque me gustan las cosas nuevas o modernas debemos respetar lo de siempre y potenciarlo…”Del Grupo El Corri Corri de Arenas de Cabrales, guardaba los mejores y más grandes recuerdos que traspasan lo típico y folclórico para convertirse en admiración personal por todos ellos. Lo mismo pensaba de Cabrales y de sus gentes. Estuvo en todos los pueblos del municipio en numerosas ocasiones para tocar la gaita. Guardaba un especial y cariñoso recuerdo de todos y destacaba la forma de ser en defensa de sus tradiciones y formas de vida. «Son gente muy hospitalaria, que hacían vivir unas experiencias difíciles de olvidar…”
. Viaja a Santo Domingo en 1.981 donde pasa varios días en compañía de su inseparable hermano Secundino; un día Pancho se encuentra algo enfermo y un médico le receta medicación pero era muy reacio a tomarlo, era aprensivo y estaba lejos:…”si tu lo tomas, le dijo al hermano, lo tomo yo...” y así fue…; al regreso comentaba la impresión tan buena de los asturianos residentes en aquel lugar y el entusiasmo por lo típico de Asturias …”nos trataron con cariño y bien, son estupendos, no sabían que hacernos…”; …”ya comenzaba a encontrarme allí pero no podía vivir sin estar en Llonín con los míos y contemplar la grandeza del lugar; no hay nada igual. Cuando llegué al Aeropuerto de Madrid-Barajas-llevé una enorme sorpresa: me estaba esperando Mariquina y es que ella siempre me decía que le gustaría mucho no morirse sin subir a un avión, porque solo los había visto cuando la guerra civil pasar, muy bajos, en el Collau de Lleraña. Vinimos juntos hasta Santander. Fue inolvidable regrasar. Nos queríamos mucho…”
La formación
.Tenía gran empeño, además de formarse él, en formar bien a los tamboriteros porque decía, e insistía machaconamente, que era de una gran importancia el tambor acompañando a la gaita y así relacionaremos a continuación algunas de las personas que Pancho formó y tocaron con él: Antonio Mier López de Alles; (el padre de este-Celedonio el de Alles- tocaba la gaita) Secundino, de Llonín (hermano de Pancho) Luis Sánchez Sánchez, de Llonín; Ramón Rodriguez, de Llonín. Ramón González, de Alevia ( fue tamboritero, también, de Manolo Rivas); Manuel Bueyes, de Abándames; (cuando falleció tocaron Pancho y Cundo en su entierro por ser expreso deseo del finado) Joaquín Galán, de Llonín (hermano de Pancho). Panchín ( hijo de Pancho). Los hermanos, Victorino Trespalacios Herrero, de Llonín, Gregorio y Vicente, éste también toca la gaita y los tres forman el grupo Principado. Mención especial hacia los cuatro hermanos Trespalacios. Jorge, que reside en Santander y además de tocar la gaita construye payuelas y payones, recuerda a Pancho, en su forma de enseñar a tocar el tambor, “tocaba con los palillos en la cabeza para enseñarnos…”, fueron inseparables durante muchos años, logrando una gran armonía entre la gaita y el tambor. Era frecuente oír decir a Pancho:…” a la mayoría no les gusta mucho ensayar y es imprescindible hacerlo para que salga bien…”
. Pancho cantaba muy bien e interpretaba las canciones antes de tocarlas, tenía una canción que decía: la cuesta del Riu Aliso/madre quien la subirá/ la sube Pancho el Gaiteru/con mucha serenidad…la entonaba él… El Riu Aliso era el lugar donde más tiempo pasaba y se menciona aquí en alguna ocasión. Recuerda con frecuencia a todos los tamboriteros, a cual más y de cada uno cuenta alguna vivencia interesante. Especialmente habla de los cuatro hermanos de Llonín para comentar: “no son nada egoístas y siempre están disponibles, se portan muy bien conmigo siempre… son buenas personas y muy educados, les tengo un especial cariño…”
.Le gustaba mantenerse al día con el repertorio, cuidando mucho las canciones antiguas, dominaba bien las canciones religiosas, incluyendo la misa cantada con gaita y disfrutaba mucho tocando nuevas y modernas canciones de casi todos los estilos y autores.
Se le quema la gaita
. En el año 1.954 fue a Las Piraguas del Sella en autocar, que había salido desde Alles, trascendiendo todo con normalidad como corresponde a un buen día de fiesta, pero al regreso, por la noche, un accidente hace que se incendie el autocar y queda sin gaita; fueron momentos difíciles para él, porque al susto había de añadir la pérdida del instrumento que tanto cariño le tenía;( hay que destacar la forma en que trataba la gaita era como un ritual, antes de tocarla, al dejarla decía:”guárdamela mientras comemos, pero dentro de un armario, es muy delicada, pedía siempre que la dejaba en algún lugar, cuando iba a tocar…” la tenía siempre con él y la cuidaba con especial esmero; en el autobús viajaban personas de Alles, indianos y otras, muy entusiastas de lo típico asturiano por los cuales Pancho sentía un gran afecto y no era para menos porque, después del accidente, escotaron, le proporcionaron un listado personalizado a máquina, el cual se conserva, y le dieron en aquellos tiempos 1500 pesetas, para comprar la gaita. Consiguió comprar esa gran gaita que sería la definitiva. Así contaba el accidente: “el autocar se salió de la carretera y no había pasado nada. De pronto hubo un olor fuerte a gasolina y vi como alguien encendió un mechero y se produjo la explosión seguido de un gran incendio que destruyó el autobús; la buena suerte permitió que saliéramos de allí solo con pequeños rasguños…” Cuando ocurrió el accidente, Pancho tenía buena relación con el famoso Cogollu, también llamado “tiu Antón” de las Regueras, poniéndose en contacto con él para encargarle una gaita y sin tardar mucho le proporcionó una que tenía en una exposición en Madrid, ya que al ser un artesano con mucha demanda de trabajo tardaba bastante en fabricarla; vino a Llonín para traerle a Pancho tan codiciada pieza e hizo alguna más, compradas por emigrantes residentes en América que deseaban aprender a tocar.
Experiencias
. Contaba Pancho las dificultades que en ocasiones tenía para tocar en las iglesias, dependiendo quien fuera el cura, sobre todo en qué momento debería hacerlo y cual canción tocar, máximo cuando en los últimos años muchos permitían tocar el himno de Asturias: …”normalmente me gustaba hablarlo antes con el párroco, pero en alguna ocasión me mandaron parar cuando apenas había comenzado…en otras ocasiones, la mayoría, me permitían tocar dos o más veces…”
. Admirador de cualquier avance tecnológico, pronto adquiere un tocadiscos que serviría, además de para animar las fiestas, darse un respiro tocando la gaita y el tambor. Decía que había sido un acierto aquel aparato, comprado en Torrelavega, animaba mucho en los pequeños bailes y era bien aceptado por la gente… tenía discos modernos y otros no tanto, con el fin de satisfacer a todos; le sorprendían y a la vez sentía intriga y admiración por las innovaciones de la música, o de cualquier tecnologíanueva, preguntaba para averiguar el como y el por qué de cosas que incluso me cuesta creerlo.Contaba una curiosa experiencia de una boda en Oceño : “nos echaron un producto en la comida que provocó unas enormes diarreas a la gente y…ya puedes imaginar las risas y el cachondeo…”
. Pancho se ve afectado por la muerte de su esposa el 13 de Marzo del año 1.992, porque ella era la inseparable compañera y formaba parte de su inspiración al tocar, le daba ánimos y energía para ello. Dos días antes de su fallecimiento entonaba ella alguna antigua melodía. No podía ver ninguna foto ni vídeo suyo, decía que no era capaz y se emocionaba. Continuó tocando hasta los últimos momentos de su vida; unos días antes de fallecer pidió la gaita y la preparó, como era su costumbre, sacando la payuela del puntero, templando el payón del roncón a lo cual daba mucha importancia, humedecía con vino blanco la zapata del soplete y después del ritual de costumbre procede a inflar el fuelle, pero no fue posible…lo intentó varias veces… ya no pudo ser, lo dejó para mejor momento: “guárdala con cuidado cuando mejore tocaré…” tal vez, algún día, llegará ese momento…y, de ser así, ¡quién sabe dónde…!
Reconocimientos y vivencias
. Participa Pancho en muchos concursos de música, canción asturiana, fiestas, bodas, homenajes, celebraciones de todo tipo etc.
. El 23-01-94 le rinden homenaje en el Teatro Campoamor de Oviedo, a él y a su hermano Secundino. Carlos Jeannot les realiza unas breves preguntas, quedando de manifiesto en las respuestas la vocación por la música asturiana así como la dedicación y sintonía en todas sus actuaciones, en los distintos lugares donde han tocado. Les entrega un recuerdo del acto, José Angel Hevia y José Antonio, El Gaiteru de Veriña. Un acto muy emocionante del que nunca se olvidaron ni él ni su hermano Cundo.
. En Abril del año 1.999, ya enfermo, en la Casa de la Cultura de Mieres, es entrevistado por Gausón, toca varias canciones y cuenta distintas historias sobre su vida y experiencias de tantos años tocando la gaita.
.En la Revista de cultura asturiana Asturies ,memoria encesa d´unpais,(nº 8,pp.70-73,1999) se publica un estupendo trabajo de Gausón Fernández y Fonsu Fernández y aparecen tres partituras de canciones interpretadas por Pancho: Entemediu de Misa + La Neña está nel Monte + Xota de Peñamellera, las cuales, entre otras, le gustaba mucho tocar a él. Escriben sobre Pancho : “ é además gaiteru de didos posaos: polo xeneral, allevántalos pocu del punteru, non seyendo nas piezas mas melódicas, pa las q´ufierta soluciones hoi comúnmente aceutadas nas modulaciones (mui curtias) a tonu menor, que domina miyor cola mandrecha, executando la posición de Mi b con mediu huracu.Como gaiteru avezau a la compañía del tambor y a mandar el baille, tien buena oreya pal ritmo y la midida (…) é en sin dulda, una de las figuras imprescindibles pa la hestoria de la gaita asturiana…”
. Hacía Pancho el siguiente comentario: “lo más importante de este mundo es ver que te aprecian y que tocando la gaita haces buenos amigos y sientes alegría a tu alrededor al ver a las personas cantar y bailar contagiadas con la música…”
. Algunos de los más famosos gaiteros de la actualidad han estado con Pancho para grabar sus canciones Le encantaba transmitir a los demás lo que él sabía; es bastante habitual escuchar sus tonadas más características, tocadas por los mejores gaiteros del momento con perfeccionamiento musical. Bien se puede asegurar que sus objetivos de mejorar y dar continuidad a la música de la gaita y el tambor, se ven cumplidos, con muchos y buenos gaiteros y tamboriteros en la actualidad. En las Peñamelleras hay hombres y mujeres que tocan la gaita y el tambor. Regaló una gaita a cada uno de sus hijos para que aprendieran a tocarla, era su deseo…Su bisnieto, Victor Gómez, ya toca la gaita, iniciando el aprendizaje en el Centro Asturiano de Santander, continuando con la afición y perfeccionamiento…
. Para ir a tocar a algunos pueblos (Tresviso, Tielve o Sotres) tenía serias dificultades por padecer un vértigo enorme y tampoco quería subir a caballo, por lo mismo, y lo hacía caminando:…”quien me lo iba a decir a mi cuando andaba por los peores lugares de EL CUERA como si fuese un paseo…”; antes de ir a tocar tenía un protocolo para preparar el instrumento. El día antes y el mismo por la mañana, ensayaba mucho y ponía a punto la gaita y el tambor, era muy exigente…
. Contaba muchas anécdotas de las distintas etapas de su vida, citando aquí la algunas:
. a).- …”venía de tocar una noche a las tres de la madrugada; era el momento de los emboscados y la guardia civil me echó ¡alto, manos arriba!… esperé para posar la gaita, ( la llevaba debajo del brazo); ¿eres tú?…sigue y hasta mañana…”
. b).-“…en una romería en Ruenes vino un chaval a decirme: cuando me veas bailar con ¿…? no pares de tocar durante mucho tiempo…lo curioso es que llegaron a casarse y yo toqué para su boda…”
. c).-“Evité muchas de aquellas populares peleas porque, como conocía a todo el mundo, me acercaba y les pedía que siguiera la fiesta con alegría y me hacían bastante caso…”
. d).-“en una ocasión me desplazaba en bicicleta desde la Borbolla a Llonín y en Narganes encontró a Luis Galán que iba a S.Lorenzao a Noriega y acababa de caer de la bicicleta, rompiéndose el pantalón a lo que Pancho propuso un cambio y así continuó Luis a la romería. A los pocos días vino a recoger sus pantalones, por cierto, cosidos y lavados por Mariquina…”
. Contemplaba de manera especial a las golondrinas, sentía respeto y admiración por ellas. Contaba distintas historias que le hacían pensar sobre el misterio de estas aves migratorias. En el año 1.999 llegaron a casa dos golondrinas y dormían dentro, estando pendiente de abrir por la tarde para que entraran y por la mañana para que salieran uno y otro día hasta que emprendieron viaje.Repetía constantemente que nunca había visto algo así de las golondrinas. En el casetu próximo a casa anidaron otras.No tenía palabras para describir la alegría que sentía por este hecho y mas aún cuando se criaron cuatro golondrinas nuevas. Se llegó a preguntar: “qué significará, traerán buena o mala suerte»… En el invierno de ese año, después de marchar, les pasé el nido a otro lugar en el mismo sitio y Pancho lo veía con preocupación. En abril de 2000 falleció y las golondrinas no volvieron más…
Conclusión y final
. Puedo asegurar que Pancho fue un amante de toda la música y en particular de todo lo relacionado con Asturias, de su tierra, Llonín, y de sus gentes, gozaba de una increíble paciencia para todo, hasta en los momentos más difíciles que le tocó vivir en sus últimos días, dejándonos un enorme testimonio de grandes valores, difícil de imitar… Bien podríamos recordar a Pancho con una frase que alguien ha dicho ya hace muchos años : La música da alma al universo, alas a la mente, vuelo a la imaginación, consuelo a la tristeza y vida y alegría a todas las cosas.
. El día del último adiós, 30 de Abril de 2000, a ese hombre sencillo y humilde, esforzado por agradar a todos, recibió el hasta siempre como él había soñado toda su vida: el sonar de las gaitas y el tambor, para finalizar en el cementerio su amigo José Antonio,el Gaitero de Veriña, tocando con la gaita el Asturias Patria Querida acompañado el momento de un especial silencio y de muchas, muchas personas, familia, amigos y el Sr.Arzobispo de Oviedo, D. Gabino, Sr.Obispo Auxiliar D.Atilano, muchos sacerdotes y muchas personas entristecidas, despidiendo a Pancho, El Gaiteru de Llonín. En su nicho se lee: Ya no suena la gaita como sonaba/Porque está triste, sola y desconsolada…
P.G.C.

La musica expresa lo que no se puede decir y aquello sobre lo que es imposible estar en silencio (Victor Hugo)