En el año 1.943, Pancho contrae matrimonio con María Caso Pintueles y tendrían dos hijos, Francisco y Amador. Resulta una etapa difícil, porque a las secuelas de la guerra civil hay que añadir el inicio de esa nueva vida en compañía de su inseparable María, conocida cariñosamente por Mariquina, hasta que falleció en el año 1.992. Pronto consigue su primera gaita porque Mariquina, mujer muy trabajadora y buena ahorradora, al ser conocedora de la afición de Pancho no duda ni un momento en darle el capricho; la gaita era de las mejores que había en aquel entonces fabricada por un famoso artesano de Las Regueras, Cogollu. El fuelle lo sacaba Pancho del animal y lo preparaba adecuadamente cuidando su posterior conservación y manteniéndolo siempre en perfecto estado. Mariquina hacía el vestido de la gaita con un esmero extraordinario, de coloridos, telas y adornos, encargados a “La más Barata”, de Oviedo, que añadido a la calidad del instrumento en madera de boj y fuelle natural de cabrito, el conjunto era de una belleza especial. Mariquina cantaba canciones antiguas, e igualmente algunas personas mayores del pueblo y le servían de orientación a él para posteriormente interpretarlas y darles esa entonación antigua, verdadera, que ella se encargaba de corregir. Pancho tocaba y tocaba aprovechando cualquier hueco en las faenas del campo para hacer sonar la gaita: ”…la llevaba conmigo a todas las partes y cuando recordaba canciones la cogía, tan pronto como era posible, para intentar tocarlas…sonaba muy fuerte y se escuchaba de lejos… a veces tenía que apoyar la espalda porque me dolía de tanto soplar para llenar de aire el fuelle…” Mariquina me decía, reiteradas veces, como sonaba la gaita y como entonaba las canciones…” “ella sabía muchas, sobre todo de iglesia, era muy religiosa, y le gustaba cantarlas, tocándolas yo con la gaita…”Alguna de esas canciones: La Panderetera, La Parrala, El Trepeletré, La Zarzamora, Pena Penita Pena, La Niña está en el Monte, Deja que ruede la Bola. También algunas de iglesia: Viva Viva Jesús mi amor, Veante mis ojos , Alabado sea el Santísimo etc. Tuvo la oportunidad de aprender canciones en la época de un párroco llamado D.Crisanto Fanjul. …”Venían a cantar la misa y aprendí muchas canciones. Recuerdo a Elias Canal de Alles y más tarde venía David de la misma familia Canal” “Fue una época muy buena para aprender a tocar las canciones religiosas…”
Para conseguir el racionamiento se ve obligado a desplazarse a San Vicente de la Barquera y traer azúcar, aceite, harina y otros, completando la despensa con los productos cosechados por ellos. Compra una bicicleta marca orbea que, según él comentaba, pesaba 14 kilos realizando en ella el viaje de ida y vuelta. En alguna ocasión transportaba gente que no tenía medio de desplazamiento y contaba: …”me paraban los guardias para decirme que no podía llevar a nadie atrás ” …”otra vez me pararon para ver lo que llevaba y se lo enseñé; me preguntaron: ¿qué lleva debajo de la chaqueta? y les dije que la bomba, ¿¡ la bomba !?; sí, de la bicicleta para hinchar las ruedas… que una vez mostrada, continué el viaje…”
Las actividades que realiza en compañía de Mariquina se llevan a cabo en el Riu Aliso y El Collau Lleraña donde ellos tenían fincas y cuadras; cosechan maíz, patatas, zanahorias, cebollas, alubias y otros; tienen vacas, cabras, ovejas, conejos, patos, gallinas y hacen quesos y mantequilla. Pancho era muy amante de la naturaleza, de los animales: “… crié dos ardillas amamantadas por una gata y hacían vida normal con nosotros… había muchas truchas en el rio… miel salvaje, yo cosechaba miel de los troncos de los robles o castaños, oculto entre dos piedras en el suelo con hueco en su interior etc.; es muy guapu todo lo relacionado con las abejas; tenía colmenas y todo era natural, …digno de admiración y especial respeto…”El Riu Aliso se lo vendió a Manuel Colinas y se instaló allí una Cooperativa de sidra que recibe su nombre.
En casa de Pancho y Mariquina era normal dar de comer a los más necesitados: José Ramón el de Cáraves, Tino el Rata, los gitanos, sobre todo, cuando caían grandes heladas y nevadas, u otras personas que no tenían ni para comer; se repartía lo que hubiera; se quedaban a dormir algunos gallegos que venían, cajón a cuestas o a caballo; bien se podría decir que la solidaridad era la norma…Contaba lo siguiente: “ a veces, como no les cobrábamos nada, nos regalaban pastillas de jabón u otros pequeños detalles; José Ramón el de Cáraves traía algún canuto de hilo y los gitanos un cesto…”; “…en Aliso cuando era la época paraba muchas personas a comer higos, teníamos muchos y también queso freso que hacía Mariquina…éramos muy felices compartiendo lo poco que había en aquel tiempo…”
“Hacíamos la matanza del “gochu”… Como la mayoría de los vecinos y a algunas del pueblo tenía que ir yo ese día; era un día de fiesta, tocaba la gaita, participando en el resto de las labores. Hacía utensilios de madera, que eran necesarios en la casa, bien en la cocina o para el trabajo en el campo…afilaba cuchillos, navajas, tijeras, para los vecinos y otros trabajos de carpintería…” . Tenía Pancho algunas expresiones que hizo populares, recordándolas a día de hoy, muchos de los que le conocían: “las trébedes”…”la campana María”…”¿con quién cuentas”…? “que nunca muera la gaita…” “hay que llevase bien con todos, no cuesta dinero…” “no quiero saber nada de nada…”
DE APRENDIZ A MAESTRO
. El progreso tocando la gaita se iba haciendo realidad cada día y sin pasar mucho tiempo comienza a tocar en público, siendo muy normal escucharlo tocar a cualquier hora del día o por la noche, sin que nadie se lo pidiera, pero, cuando era así, estaba dispuesto siempre…” si me recordaba de una canción en la cama me levantaba para intentar tocarla, aprovechaba muy bien los momentos de inspiración; cuando venía alguien me gustaba tocar lo que me pidieran…”
. En pocos años, además de comenzar a tocar la gaita y ver hecha realidad su afición de siempre, consigue que sea una fuente de ingresos; llegan dos hijos y con ellos otras preocupaciones, siendo la fundamental la de estudiarlos, quería darles la oportunidad que él no había tenido: “… no quisiera que quedarais aquí…tenéis que aplicaros en la escuela y salir de aquí para estudiar….ya que yo no pude…”
. Dedica mucho tiempo al aprendizaje y perfeccionamiento para tocar la gaita, teniendo como maestros de referencia a Llanín y Cesar de La Borbolla, Manolo Rivas etc., aunque decía de este último, que no quería enseñarle e incluso tocaba regular si sabía que lo escuchaba; aprendió a tocar muy bien el tambor y acompañaba a algún gaitero antes de comenzar él a tocar la gaita. …” donde más aprendía a tocar era en La Borbolla, porque ponían mucho interés en que aprendiera e iba allí tantas veces como podía… eran muy buenos gaiteros…y mejores personas…”
. Tocaba prácticamente todas las canciones, aunque algunas eran difíciles, pero su forma de ser, autodidacta y muy constante, le permite superarse de forma rápida; sentía auténtica vocación, pasión por tocar la gaita, sin importar hora o lugar ni cual fuese su estado de ánimo, porque siempre estaba dispuesto a complacer a los demás; repetía con frecuencia:…”que nunca muera la gaita… las canciones más bonitas y antiguas son las de esta zona del Oriente, hay que mantenerlo, porque es nuestra cultura e igualmente otras costumbres de los antepasados…”Actuaba en romerías, en la Iglesia, en la bolera, bodas u otras celebraciones en todos los pueblos de Peñamellera Alta y Baja, Cabrales, en los límites de Cantabria y Asturias; comentaba que había mucha afición, “tienen pasión por todo lo de Asturias, por la gaita, cantan bien, es algo muy especial de todos ellos…” recordaba personas de distintas zonas y pueblos : Puente Nansa, Cosio, Garabandal, Polaciones, Lamasón, Peñarrubia, La Hermida, Bejes, Tresviso,Valle Cabuérniga, Herrerías, Pechón etc. etc. donde estuvo tocando varias veces y hablaba sobre “el milagro de Garabandal.”.. Venían mucho de todos los lugares a aprender a tocar la gaita y a ponerla a punto, “en todos tengo grandes amigos”. En alguna ocasión lo llevaron a Madrid para recibir con gaita y tambor a algún indiano procedente de América con destino a algún lugar de los ya citados; hablaba con frecuencia, de algunos de sus mejores amigos, Emilio de Carmona, Moisés de Cosio, Nando que reside en Barreda, Genio el de Camijanes, “canta que lo borda”; “…cada día me sorprende y me emociona más la época vivida en esa zona de Cantabria y lo bien que cantan y bailan; son muy entusiastas y nos reciben siempre con cariño… “
. De Pancho, hablan bien, es recordado con afecto y cariño, por su forma de ser, por la ilusión que tiene de transmitir a todos lo típico asturiano, lo cual se sigue manteniendo y va en aumento, en particular en toda esa zona mencionada y también en el resto…
. Pancho construye sus propias payuelas y payones para el sonar del puntero y el roncón, respectivamente, o la zapata que para el aire en el soplete e igualmente los fuelles de cabritu, sacados por él del animal en una sola pieza y los curtía; traía de Pola de Siero un líquido con el que los impregnaba. Se desplazó en alguna ocasión hasta Castellón para conseguir la cañavera idónea:…”son muy delicados estos instrumentos, les afecta la humedad o el calor y les cambia el sonido, por eso es importante hacerlos de buen material, el que hay por aquí no vale…”
. De manera incansable lleva la música de la gaita y el tambor por distintos lugares de Asturias y de la geografía española, Madrid, Barcelona, León, Galicia, Zaragoza, Andalucía etc., son algunos de los mencionados por él, cuando cuenta sus experiencias: …” en Sevilla toqué penita pena (de Lola Flores), los Campanilleros y en cada región tocaba alguna de aquella tierra…; no me gustaba cuando nos decían que éramos gallegos y era preciso aclararlo…seguramente Galicia promociona mas sus costumbres y folklore que Asturias…” Pancho traspasa las fronteras y va a Francia con el grupo El Corri-Corri de Cabrales, donde coincide con José Angel Hevia y le decía: “…que nunca muera la gaita, ni sea desplazada por nada… hay que potenciar lo nuestro y aunque me gustan las cosas nuevas o modernas debemos respetar lo de siempre y potenciarlo…”Del Grupo El Corri Corri de Arenas de Cabrales, guarda los mejores y más grandes recuerdos que traspasan lo típico y folclórico para convertirse en admiración personal por todos ellos. Lo mismo pensaba de Cabrales y de sus gentes. Estuvo en todos los pueblos del municipio en numerosas ocasiones para tocar la gaita. Guardaba un especial y cariñoso recuerdo de todos y destacaba la forma de ser en defensa de sus tradiciones y formas de vida. Son gente muy hospitalaria, que hacían vivir unas experiencias difíciles de olvidar…”
. Viaja a Santo Domingo en 1.981 donde pasa varios días en compañía de su inseparable hermano Secundino; un día Pancho se encuentra algo enfermo y un médico le receta medicación pero era muy reacio a tomarlo, era aprensivo y estaba lejos:...”si tu lo tomas, le dijo al hermano, lo tomo yo…” y así fue…; al regreso comentaba la impresión tan buena de los asturianos residentes en aquel lugar y el entusiasmo por lo típico de Asturias …”nos trataron con cariño y bien, son estupendos, no sabían que hacernos…”; …”ya comenzaba a encontrarme allí pero no podía vivir sin estar en Llonín con los míos y contemplar la grandeza del lugar; no hay nada igual. Cuando llegué al Aeropuerto de Madrid-Barajas-llevé una enorme sorpresa: me estaba esperando Mariquina y es que ella siempre me decía que le gustaría mucho no morirse sin subir a un avión, porque solo los había visto cuando la guerra civil pasar, muy bajos, en el Collau de Lleraña. Vinimos juntos hasta Santander. Fue inolvidable regrasar. Nos queríamos mucho…”
LA FORMACIÓN
.Tenía gran empeño, además de formarse él, en formar bien a los tamboriteros porque decía, e insistía machaconamente, que era de una gran importancia el tambor acompañando a la gaita y así relacionaremos a continuación algunas de las personas que Pancho formó y tocaron con él: Antonio Mier López de Alles; (el padre de este-Celedonio el de Alles- tocaba la gaita) Secundino, de Llonín (hermano de Pancho) Luis Sánchez Sánchez, de Llonín; Ramón Rodriguez, de Llonín. Ramón González, de Alevia ( fue tamboritero, también, de Manolo Rivas); Manuel Bueyes, de Abándames; (cuando falleció tocaron Pancho y Cundo en su entierro por ser expreso deseo del finado) Joaquín Galán, de Llonín (hermano de Pancho). Panchín ( hijo de Pancho). Los hermanos, Victorino Trespalacios Herrero, de Llonín, Gregorio y Vicente, éste también toca la gaita y los tres forman el grupo Principado. Mención especial hacia los cuatro hermanos Trespalacios. Jorge, que reside en Santander y además de tocar la gaita construye payuelas y payones, recuerda a Pancho, en su forma de enseñar a tocar el tambor, “tocaba con los palillos en la cabeza para enseñarnos…”, fueron inseparables durante muchos años, logrando una gran armonía entre la gaita y el tambor. Era frecuente oír decir a Pancho:…” a la mayoría no les gusta mucho entrenar y es imprescindible hacerlo para que salga bien las actuaciones ..”
. Pancho cantaba muy bien e interpretaba las canciones antes de tocarlas, tenía una canción que decía: la cuesta del Riu Aliso/madre quien la subirá/ la sube Pancho el Gaiteru/con mucha serenidad…la entonaba él… El Riu Aliso era el lugar donde más tiempo pasaba y se menciona aquí en alguna ocasión. Recuerda con frecuencia a todos los tamboriteros, a cual más y de cada uno cuenta alguna vivencia interesante. Especialmente habla de los cuatro hermanos de Llonín para comentar: “no son nada egoístas y siempre están disponibles, se portan muy bien conmigo siempre… son buenas personas y muy educados, les tengo un especial cariño…”
.Le gustaba mantenerse al día con el repertorio, cuidando mucho las canciones antiguas, dominaba bien las canciones religiosas, incluyendo la misa cantada con gaita y disfrutaba mucho tocando nuevas y modernas canciones de casi todos los estilos y autores.
SE LE QUEMA LA GAITA
. En el año 1.954 fue a Las Piraguas del Sella en autocar, que había salido desde Alles, trascendiendo todo con normalidad como corresponde a un buen día de fiesta, pero al regreso, por la noche, un accidente hace que se incendie el autocar y queda sin gaita; fueron momentos difíciles para él, porque al susto había de añadir la pérdida del instrumento que tanto cariño le tenía;( hay que destacar la forma en que trataba la gaita era como un ritual, antes de tocarla, al dejarla decía:”guárdamela mientras comemos, pero dentro de un armario, es muy delicada, pedía siempre que la dejaba en algún lugar, cuando iba a tocar…” la tenía siempre con él y la cuidaba con especial esmero; en el autobús viajaban personas de Alles, indianos y otras, muy entusiastas de lo típico asturiano por los cuales Pancho sentía un gran afecto y no era para menos porque, después del accidente, escotaron, le proporcionaron un listado personalizado a máquina, el cual existe, y le dieron en aquellos tiempos 1500 pesetas, para comprar la gaita. Consiguió comprar esa gran gaita que sería la definitiva. Así contaba el accidente: “el autocar se salió de la carretera y no había pasado nada. De pronto hubo un olor fuerte a gasolina y vi como alguien encendió un mechero y se produjo la explosión seguido de un gran incendio que destruyó el autobús; la buena suerte permitió que saliéramos de allí solo con pequeños rasguños…” Cuando ocurrió el accidente, Pancho tenía buena relación con el famoso Cogollu, también llamado “tiu Antón” de las Regueras, poniéndose en contacto con él para encargarle una gaita y sin tardar mucho le proporcionó una que tenía en una exposición en Madrid, ya que al ser un artesano con mucha demanda de trabajo tardaba bastante en fabricarla; vino a Llonín para traerle a Pancho tan codiciada pieza e hizo alguna más, compradas por emigrantes residentes en América que deseaban aprender a tocar.
EXPERIENCIAS
. Contaba Pancho las dificultades que en ocasiones tenía para tocar en las iglesias, dependiendo quien fuera el cura, sobre todo en qué momento debería hacerlo y cual canción tocar, máximo cuando en los últimos años muchos permitían tocar el himno de Asturias: ...”normalmente me gustaba hablarlo antes con el párroco, pero en alguna ocasión me mandaron parar cuando apenas había comenzado…en otras ocasiones, la mayoría, me permitían tocar dos o más veces…”
. Admirador de cualquier avance tecnológico, pronto adquiere un tocadiscos que serviría, además de para animar las fiestas, darse un respiro tocando la gaita y el tambor. Decía que había sido un acierto aquel aparato, comprado en Torrelavega, animaba mucho en los pequeños bailes y era bien aceptado por la gente… tenía discos modernos y otros no tanto, con el fin de satisfacer a todos; le sorprendían y a la vez sentía intriga y admiración por las innovaciones de la música, o de cualquier tecnologíanueva, preguntaba para averiguar el como y el por qué de cosas que incluso me cuesta creerlo.Contaba una curiosa experiencia de una boda en Oceño : “nos echaron un producto en la comida que provocó unas enormes diarreas a la gente y…ya puedes imaginar las risas y el cachondeo…”
VIVENCIAS
. Pancho se ve afectado por la muerte de su esposa el 13 de Marzo del año 1.992, porque ella era la inseparable compañera y formaba parte de su inspiración al tocar, le daba ánimos y energía para ello. Dos días antes de su fallecimiento entonaba ella alguna antigua melodía. No podía ver ninguna foto ni vídeo suyo, decía que no era capaz y se emocionaba. Continuó tocando hasta los últimos momentos de su vida; unos días antes de fallecer pidió la gaita y la preparó, como era su costumbre, sacando la payuela del puntero, templando el payón del roncón a lo cual daba mucha importancia, humedecía con vino blanco la zapata del soplete y después del ritual de costumbre procede a inflar el fuelle, pero no fue posible…lo intentó varias veces… ya no pudo ser, lo dejó para mejor momento: “guárdala con cuidado cuando mejore tocaré…” tal vez, algún día, llegará ese momento…y, de ser así, ¡quién sabe dónde…!
. Participa Pancho en muchos concursos de música, canción asturiana, fiestas, bodas, homenajes, celebraciones de todo tipo tanto en Asturias como en otras provincias, así como en Francia y AméricA …
. El 23-01-94 le rinden homenaje en el Teatro Campoamor de Oviedo, a él y a su hermano Secundino. Carlos Jeannot les realiza unas breves preguntas, quedando de manifiesto en las respuestas la vocación por la música asturiana así como la dedicación y sintonía en todas sus actuaciones, en los distintos lugares donde han tocado. Les entrega un recuerdo del acto, José Angel Hevia y José Antonio, El Gaiteru de Veriña. Un acto muy emocionante del que nunca se olvidaron ni él ni su hermano Cundo.
. En Abril del año 1.999, ya enfermo, en la Casa de la Cultura de Mieres, es entrevistado por Gausón, toca varias canciones y cuenta distintas historias sobre su vida y experiencias de tantos años con la música.
.En la Revista Asturias (númberu 8-Avientu 1.999) se publica un estupendo trabajo de Gausón Fernández y Fonsu Fernández y aparecen tres partituras de canciones interpretadas por Pancho, Entemediu de Misa + La Neña está nel Monte + Xota de Peñamellera, las cuales, entre otras, le gustaba mucho tocar a él. Dice sobre Pancho: “ é además gaiteru de didos posaos: polo xeneral, allevántalos pocu del punteru, non leyendo nas piezas mas melódicas, pa las q´ufierta soluciones hoy comúnmente acetuadas nas modulaciones (mui curtias) a tonu menor, que domina miyor cola mandrecha, ejecutando la posición de Mi b con mediu huracu.Como gaiteru avezau a la compañía del tambor y a mandar el baille, tien buena oreya pal ritmo y la medida… é en sin duda, una de las figuras imprescindibles pa la historia de la gaita asturiana…”
. En el año 2000, a título póstumo, tiene lugar el I Memorial Gaiteru de Llonín en el Festival del Queso de Cabrales, quedando instituido para celebrarlo los años venideros…
. Hacía el siguiente comentario: “lo más importante de este mundo es ver que te aprecian y que tocando la gaita haces buenos amigos y sientes alegría a tu alrededor al ver a las personas cantar y bailar contagiadas con la música típica asturiana…”
. Algunos de los más famosos gaiteros de la actualidad han estado con Pancho para grabar sus canciones Le encantaba transmitir a los demás lo que él sabía; es bastante habitual escuchar sus tonadas más características, tocadas por los mejores gaiteros del momento con perfeccionamiento musical. Bien se puede asegurar que sus objetivos de mejorar y dar continuidad a la música de la gaita y el tambor, se ven cumplidos, con muchos y buenos gaiteros y tamboriteros en la actualidad. En las Peñamelleras hay hombres y mujeres que tocan la gaita y el tambor. Regaló una gaita a cada uno de sus hijos para que aprendieran a tocarla, era su deseo…Su bisnieto, Victor Gómez, ya toca la gaita, iniciando el aprendizaje en el Centro Asturiano de Santander, continuando con la afición y perfeccionamiento…
. Cecilio Testón, le dedica un extenso reportaje en el periódico El Oriente de Asturias, después de su fallecimiento y cuyas fechas de publicación son: 25 , 1, 8 del mes de agosto y 22 de setiembre todas del año 2000.
. En otros apartados se habla sobre “Memorial Gaiteru de Llonín” el disco “Ecos de Peñamellera”, «Homenaje en San Esteban», «Gaiteros en el Límite» etc.etc.…
. Para ir a tocar a algunos pueblos (Tresviso, Tielve o Sotres) tenía serias dificultades por padecer un vértigo enorme y tampoco quería subir a caballo, por lo mismo, y lo hacía caminando: “… quien me lo iba a decir a mi cuando andaba por los peores lugares del Cuera como si fuese un paseo…”; antes de ir a tocar tenía un protocolo para preparar el instrumento. El día antes y el mismo por la mañana, entrenaba mucho y ponía a punto la gaita y el tambor, era muy exigente…
. Contaba muchas anécdotas de las distintas etapas de su vida, citando aquí la algunas:
. a).- …”venía de tocar una noche a las tres de la madrugada; era el momento de los emboscados y la guardia civil me echó ¡alto, manos arriba!… esperé para posar la gaita, ( la llevaba debajo del brazo); ¿eres tú?…sigue y hasta mañana…”
. b).-“…en una romería en Ruenes vino un chaval a decirme: cuando me veas bailar con ¿…? no pares de tocar durante mucho tiempo…lo curioso es que llegaron a casarse y yo toqué para su boda…”
. c).-“Evité muchas de aquellas populares peleas porque, como conocía a todo el mundo, me acercaba y les pedía que siguiera la fiesta con alegría y me hacían bastante caso…”
. d).-“en una ocasión me desplazaba en bicicleta desde la Borbolla a Llonín y en Narganes encontró a Luis Galán que iba a S.Lorenzao a Noriega y acababa de caer de la bicicleta, rompiéndose el pantalón a lo que Pancho propuso un cambio y así continuó Luis a la romería. A los pocos días vino a recoger sus pantalones, por cierto, cosidos y lavados por Mariquina…”
. Contemplaba de manera especial a las golondrinas, sentía respeto y admiración por ellas. Contaba distintas historias que le hacían pensar sobre el misterio de estas aves migratorias. En el año 1.999 llegaron a casa dos golondrinas y dormían dentro, estando pendiente de abrir por la tarde para que entraran y por la mañana muy temprano para que salieran uno y otro día hasta que emprendieron viaje.Repetía constantemente que nunca había visto algo así de las golondrinas. En la casina, próxima a la casa, anidaron otras golondrinas.No tenía palabras para describir la alegría que sentía por este hecho y mas aún cuando se criaron cuatro golondrinas nuevas. Se llegó a preguntar: “ ¿qué significará, traerán buena o mala suerte…? » En el invierno de ese año, después de marchar, les trasladé el nido a otro lugar muy próximo, en el mismo sitio y Pancho lo veía con preocupación. En abril de 2000 falleció y las golondrinas no volvieron más…
CONCLUSIÓN Y FINAL
. Puedo asegurar que Pancho fue un amante de toda la música y en particular de todo lo relacionado con Asturias, de su tierra, Llonín, y de sus gentes, gozaba de una increíble paciencia para todo, hasta en los momentos más difíciles que le tocó vivir en sus últimos días, dejándonos un enorme testimonio de grandes valores, difícil de imitar. Bien podríamos recordar a Pancho con una frase que alguien ha dicho ya hace muchos años : La música da alma al universo, alas a la mente, vuelo a la imaginación, consuelo a la tristeza y vida y alegría a todas las cosas.
. El día del último adiós, 30 de Abril de 2000, ese hombre sencillo y humilde, esforzado por agradar a todos, recibió el hasta siempre como él había soñado toda su vida: el sonar de las gaitas y el tambor, para finalizar en el cementerio su amigo José Antonio,el Gaitero de Veriña, tocando con la gaita el Asturias Patria Querida acompañado el momento de un especial silencio y de muchas, muchas personas, familia, amigos y el Sr.Arzobispo de Oviedo, D. Gabino, Sr.Obispo Auxiliar D.Atilano, muchos sacerdotes y muchas personas entristecidas, despidiendo a Pancho, El Gaiteru de Llonín. En su nicho se lee: Ya no suena la gaita como sonaba/Porque está triste, sola y desconsolada…