Diario del Oriente
Ribadedeva 24-junio de 2016 Redacción
Noticia original.
Contaban esta mañana en Colombres que Pancho Galán, El Gaiteru de Llonín, repetía en sus últimos días de vida la necesidad de que “no muera la gaita” porque aquella fue en tiempos de decadencia y escaseces “la alegría” de muchos pueblos.
Galán no ha vivido para verlo, pero se enorgullecería al saber que sus hijos, Paco y Amador , y su “hija política” como ella misma se definió, Charo Alonso, -que recuperan la historia- no dejarán que la gaita muera. Junto con la asociación Ribadedeva Cultura y Naturaleza -que organiza el evento- y el gaitero Ricardo Soberado -que se encarga de la parte musical-, con la colaboración de ocho ayuntamientos -cuatro asturianos y cuatro cántabros- han puesto en marcha el proyecto ‘Gaiteros en el límite’.
Una iniciativa que pretende recuperar el pasado musical del tradicional instrumento, homenajear a quienes lo tocaron y recuperar los sones que se aprendían “de oído” -y de los que, en muchos casos, no hubo ni partituras- personajes como Pancho Galán (El Gaiteru de Llonín); los hermanos Cueli (Vidiago); Ignacio Noriega (San Roque del Acebal); César Álvarez y Llanín (La Borbolla); Francisco González (Paco, El Gaitero de Pimiango, natural de San Pedro de las Baheras); Eugenio González Díaz (Genio el de Camijanes); Pepe Dosal (Peñarrubia); Manuel Torre (Merodio); Alberto Miyar (Villanueva de Colombres) y Julián Torreo (Camijanes). Ellos son los primeros, pero no serán los últimos. Porque el proyecto ha nacido para seguir creciendo y homenajear, de manera consecutiva, año tras año, a un gran número de gaiteros, y también tamboriteros, que amenizaron las fiestas del Oriente de Asturias y del Occidente de Cantabria.
Junto al alcalde, Jesús Bordás, y parte de la corporación del Ayuntamiento de Ribadedeva, se presentó esta mañana la actividad que se pondrá en marcha el próximo 15 de agosto en la Iglesia de Colombres y al que están invitados representantes de los Consistorios colaboradores -las dos Peñamelleras, Ribadedeva, Llanes, Peñarrubia, Herrerías, Val de San Vicente y Valdáliga-, además de los presidentes autonómicos.
“A tocar al límite”
‘Gaiteros en el límite’ “simboliza el pasado del Oriente de Asturias y el Occidente de Cantabria” y nació a raíz del homenaje a Pancho Galán que acogió el pasado año la iglesia de Alles (Peñamellera Alta).
El Gaiteru de Llonín siempre hablaba de que “iba a tocar al límite” cuando su actuación rondaba la comunidad cántabra y, una vez allí, “se sentía muy cómodo” porque, al final, la gente suele ser la misma.
Todos los asistentes a la presentación coincidieron esta mañana en subrayar la dificultad de poner en valor, de compilar y recuperar historias, biografías y anécdotas de los gaiteros de los siglos XIX y XX. Porque antaño no se le daba la importancia merecida a aquellos hombres que tocaban “con un gran esfuerzo personal” que habían “aprendido de oído” y que, en muchos casos, “perfeccionaban” las melodías “de tal modo que salía” una versión de cada canción. El fondo era el mismo, pero a falta de partituras, las reproducciones eran distintas. Y nadie se preocupaba de guardar aquello que hacía Historia.
Un libro para conservar la tradición oral
Porque tampoco -o no era la tónica general- hay música grabada, con lo que la tradición oral ha sido fundamental. Y, ahora, para que esa oralidad se mantenga con datos reales e históricos, el proyecto ‘Gaiteros en el límite’ pretende editar un libro en el que, tal como apuntó Ricardo Soberado, se recojan “biografías, fotos y partituras” de nueva creación, pero de viejas canciones.
Amador y Paco Galán es el encargado de hallar las historias y compararlas con la realidad. Se trata de “vincular la historia de los gaiteros del siglo XIX y XX con la actualidad. Revivir a todas estas personas para que se vea que sus historias fueron reales y cómo pudieron llegar a ser virtuosos”, para mostrar y “sorprenderse” conociendo que, ni una sola nota escrita acompañó sus actuaciones, ni tan siquiera para aprenderlas. Quienes si les acompañaban, de vez en cuando, apuntó Charo Alonso, “eran sus esposas” esas grandes olvidadas que bien representó
“Mariquina”, la mujer del Gaiteru de Llonín.
“Los gaiterios tenían muchos hijos”, explicó, “y sus mujeres eran muchas veces tamboriteras” y otras tantas amas de casa, madres y ganaderas. “Éste también ha de ser un gran homenaje a todas ellas”, además de a sus maridos, porque la gaita, antes, era cosa de hombres.
Y a ellos “en su época no se les dio la importancia que merecieron”, indicó Ricardo Soberado. De hecho, su fuente de inspiración, apuntó, “fue Pancho Galán”, cuya gaita, encima de la mesa, acabó tocando para cerrar el acto. En el concierto “tocaremos las melodías que pudimos recuperar” y no habrá versiones, puesto que la actuación intentará acercarse el máximo posible a las versiones originales. “Daremos el mismo aire, la misma ornamentación y la misma esencia” que aquellas canciones tuvieron en la parte más oriental y más occidental de Asturias y Cantabria.
Se trata, apuntó el gaitero, “de un proyecto integrador en todos los sentidos” porque “esta zona a nivel cultural es lo mismo” con lo que se intenta poner de relevancia “lo que nos une” y eso es, en este caso, “la gaita” de estas figuras.